Sollozo:
-¡Aléjate!
Ninguna de las ramas termina.
Un relámpago respondió:
-Encontré serenidad en el vacío,
salí para perder y cavar.
Sepulté solemnidad.
Aplasto la luz.-
Un torpe:
-Nada de actrices,
pinche feromona.
Me niego.
Te doleré.
Soy intolerante al interior.
Dije:
-No quiero.
Minúsculo cráneo,
florecer en el vapor.
Árbol húmedo
sacudido por un anciano.
La mujer susurró:
-Balbucea, oscuridad,
recomiéndale al viejo unos ojos.
Todos clamaron:
-Abstrusa vida,
bucea en un océano invertido.
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