Para Itzel
Te escondiste del fuego
pensando que los demás tendrían frío.
Le perdiste el rastro
a las sátiras húmedas boreales
en distorsión.
Quieres convertirte en lo tenue
Y que la tibieza se desnude ante ti.
Puente fronterizo entre aflicción y
Labios, labios de haragán.
Parpadea, luminosa, sin la nieve.
Confundida.
Entre el halo de emoción que emites.
Y saber que memorizas la maldad
para alertar al volcán
cuando se avecine la tempestad.
Y querer
que el mundo sea plano otra vez
para escuchar su lado B.
Nombres moldeables
enamorados de la purga-noche.
Nada se interpone entre la redacción de bailes-vuelos-páginas
y muecas
Tienta el micrófono en altamar,
rompe la tuna
con tus manos sorprendidas en las alturas.
Decirte que saldrás ilesa por hoy
cuando reaparezca el panteón
con huesos desconocidos
que formen un mensaje.
Y querer que el mundo esté intacto otra vez.
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